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Pintura Particulares

La pintura plástica se engloba dentro del grupo de las pinturas al agua y es la más usada en decoración.
Puede ser vinílica o acrílica en función de la resina utilizada y la puedes encontrar tres acabados: mate (más fácil de aplicar porque cubre mejor los desperfectos al no hacer tantos reflejos), satinada (si no se aplica bien se pueden apreciar diferencias de tono aunque es más lavable y dura) y brillante.

Por otro lado, la mayoría de pinturas plásticas son lavables, es decir, que podemos pasar una bayeta sobre ella para eliminar posibles manchas y roces. Pero esto no se cumple en todas, necesitamos que las pinturas sean de calidad para que resistan el frotamiento.
Hoy en día puedes encontrar en el mercado desde pintura plástica para interior ecológica hasta pintura plástica sin olor pasando por pintura plástica con perfume floral, pintura plástica antirradiaciones, pintura plástica monocapa, pintura plástica antimoho o pintura plástica con cero emisiones tóxicas al ambiente, entre otras.

Hay pintura plástica de interior de muy mala calidad, y pinturas de una calidad excelente en función de diferentes factores como, por ejemplo, su resistencia al frotamiento (si son lavables) o su poder cubriente. Todo esto lo determinan aspectos como la cantidad de resinas vinílicas o acrílicas que contiene la pintura y que es lo que le confiere la dureza y resistencia.

Una pintura plástica barata pueda acabar saliendo más cara

Estas pinturas suelen llevar más yesos y talcos lo que provoca que cuando pintas con ellas dejes más cargas en la pared y haces menos metros. Acabarás pintando menos cantidad de superficie con la pintura plástica barata que con una pintura plástica de calidad.
Los acabados también son diferentes. Las pinturas plásticas baratas de mala calidad tienen mucho menos poder cubriente y necesitarás dar más manos de pintura para lograr un buen trabajo.

La limpieza también es otro de los aspectos que diferencia una pintura plástica barata de poca calidad con una pintura plástica de calidad. La primera apenas resistirá los frotamientos y puedes arrastrarla fácilmente con una bayeta húmeda. En cambio, sobre la segunda puedes limpiar roces y manchas superficiales sin miedo a destrozarla.

Si quieres pintar de color partiendo de una pintura plástica blanca deberás teñirla. Si eliges una pintura de baja calidad necesitarás mayor cantidad de tinte para lograr que el material adquiera la tonalidad que buscas.